Tras poner una lavadora, ¿te has llevado alguna sorpresa inesperada? Quizá alguna vez se ha encogido una prenda, o se han mezclado los colores, o bien, las prendas han salido muy arrugadas.
Para evitar sorpresas inesperadas, hay dos cosas que tienes que tener en cuenta siempre:
- Leer las instrucciones del fabricante que vienen especificadas en la etiqueta de la prenda.
- Separar la ropa antes de meterla en la lavadora.
¿Qué información relevante vas a encontrar en las etiquetas de la prenda?
- Ciclos de lavado.
- Posibilidad de planchado y/o secadora.
- Temperatura del lavado.
- Tejidos de la prenda.
Cómo clasificar las prendas antes de lavar
- Separa la ropa antes de lavarla según el grado de suciedad. Normalmente, las bayetas, los trapos, los calcetines y la ropa interior delicada suele ensuciarse más. Si presentan manchas resistentes, utiliza un quitamanchas o un detergente específico indicado para el prelavado.
- Clasifica las prendas según la composición del tejido. Para asegurarte, lee la etiqueta. Una vez tengas las prendas identificadas, elige el programa más adecuado para su lavado: prendas sintéticas, prendas delicadas, prendas de algodón y mixtas…
- Sepáralas por el color. ¡Muy importante! Si no queremos que nuestras prendas se estropeen absorbiendo los colores de otras, sepáralas en prendas oscuras: negros, azules, grises; y colores claros: tonos pastel, beige, crudos…
- Si se trata de prendas nuevas no prelavadas previamente, lávalas a un máximo de 30º para evitar que destiñan.
- Es recomendable lavar la ropa blanca solo con ropa de este color, ni siquiera con otros colores claros. En este caso es conveniente elegir programas de lavado de 40-60º, pero no olvides consultar la etiqueta previamente. Puedes incluir un aditivo de lavado para potenciar el blanco, parecerá que estrenas tus prendas cada vez.
- ¿Qué pasa con el resto de colores? También será necesario separarlos por intensidad de color. Y, cuando se trate de prendas con estampados, cuadros o rayas, mejor lavarlas con las prendas de color.
- Presta especial atención a las prendas delicadas. Es conveniente darles la vuelta o usar bolsas de tela en su lavado.
Por último, no olvides vaciar los bolsillos y darle la vuelta a las prendas con cremalleras y botones para evitar que los tejidos se estropeen.