El tiempo pasa, la suciedad se acumula y quizá no sepas ni por dónde empezar a hacer la limpieza de la casa. Gracias a nuestro organizador, y a unos pequeños consejos, te ayudamos a organizarte para que dejes la casa impecable en el menor tiempo posible.
Cómo planificar la limpieza de la casa
Establece un plan por prioridades y ten en cuenta los rincones más olvidados y, sobre todo, indica un tiempo estimado en el que harás cada tarea.
Los primeros minutos de limpieza, destínalos a preparar todo el material que vas a necesitar: aspiradora, bayetas, escoba, fregona, productos específicos de limpieza… ¡ahorrarás mucho tiempo!
Cuando lo tengas, recoge todo lo que tengas por el medio y ordénalo para poder pasar a hacer la limpieza por estancia.
Cómo organizar la limpieza de tu casa por estancias
Salón: aspira el polvo del suelo, llega a los rincones más inaccesibles, pasa las paredes, alfombras e incluso el sofá. Cuando termines, desliza una bayeta húmeda con un producto adecuado por las superficies de los muebles. El último paso será fregar el suelo con un producto específico.
Cocina: emplea un desengrasante para eliminar la grasa acumulada. Limpia el mármol con jabón y una bayeta húmeda, retirando los restos de jabón y secando con un paño. Para eliminar el cúmulo de suciedad del fregadero, llénalo con agua caliente y vierte lejía permitiendo que actúe durante algunas horas. ¡Quedará impoluto y eliminarás las bacterias! Para el suelo, barre primero y friega después con un limpiador y abrillantador de suelos.
Baños: emplea el producto específico para limpiar con una bayeta el lavabo, el inodoro y la bañera. Verás cómo la cal va desapareciendo y recupera su brillo. Cuando retires el producto, sécalo todo con un paño y no olvides pasarlo por los grifos. Puedes aprovechar para lavar la cortina si es de tela o limpiar las mamparas, con un limpiador antical. Por último, barre el suelo y friégalo con el producto adecuado.
Habitaciones: recoge la ropa y ordénala. Aprovecha para cambiar las sábanas. Limpia la superficie de los muebles con una bayeta húmeda y un producto adecuado. Pasa los cristales con un paño y limpiacristales. Aspira las alfombras. Barre el suelo y friégalo con un producto específico.
Pasillos y entrada: estos son espacios de mucho paso, por lo que tendrás que prestar especial atención al suelo. Puedes barrerlo o aspirarlo para, posteriormente, fregarlo con el producto adecuado. Si tienes algún mueble, limpia la superficie del mismo.
Aprovecha para encender alguna vela, usar tu ambientador favorito o una barrita de incienso y aportar un aroma agradable a tu hogar.
¡El olor a limpio es nuestro preferido!