El toldo es una de las partes de la casa más expuestas a la suciedad por estar, obviamente, situado en el exterior. En la época veraniega uno de los elementos de la terraza o jardín que más utilizamos y debemos tenerlo a punto para la época más calurosa.
Lo primero que debemos hacer es tener a mano una manguera para quitar cualquier resto de polvo y suciedad con el agua a presión. Si no es posible, porque vives en un bloque de edificios o, simplemente, no tienes, puedes usar un pulverizador con agua y ayudarte de un cepillo para ir frotando. Para las manchas, podemos usar una mezcla de agua con jabón neutro y, si son manchas más localizadas, utilizar amoniaco con un pulverizador y frotar con un cepillo, siempre aclarando con agua al final.
Tipos de toldos y cómo limpiarlos
- Toldos de lona: se recomienda utilizar de forma asidua una aspiradora para retirar el polvo y la tierra que se va acumulando en la superficie del toldo y así evitar un deterioro temprano de la lona. Para las manchas, lo ideal es aplicar un producto quitagrasas que mantendremos durante unos minutos y luego enjuagaremos con agua. También podemos utilizar jabones neutros tensoactivos, que evitan el deterioro del acabado hidrófugo, usando un cepillo suave.
- Toldos de plástico: lo mejor es utilizar una mezcla de agua con quitagrasas y cepillar suavemente con un cepillo de cerdas finas. Ten cuidado con los productos de limpieza, el plástico puede resecarse y deteriorarse con facilidad.
A tener en cuenta
- Acuérdate de eliminar el polvo y las hojas cada semana. Por una parte, nos facilitará la limpieza y, por otra, se mantendrá como nuevo durante más tiempo.
- Después de eliminar el polvo, una pasada rápida con agua ayuda para eliminar impurezas.
- Acuérdate siempre de recoger el toldo si llueve y extenderlo una vez haya parado. Tener el toldo cerrado y húmedo hace que aparezcan manchas de moho con más facilidad. Y si lo limpias, asegúrate que está completamente seco antes de enrollarlo.
- No utilices nunca disolventes ni detergentes abrasivos.
- Desmonta el faldón en los meses que no lo utilices para evitar su deterioro.
- Los cepillos, esponjas, y trapos que se usen para limpiar deben ser suaves y no deben tener ninguna superficie dura ni rasposa.