¿Cómo limpiar las ruedas del coche?
Los neumáticos del coche están sometidos a innumerables inclemencias ambientales y a grandes fricciones durante su uso, donde entran en contacto con todo tipo de materiales: desde el barro provocado por la lluvia hasta la nieve, pasando por el asfalto, los aceites y grasas de la propia carretera. Por otro lado, además, sustancias procedentes del desgaste gradual de las pastillas de freno también se depositan en las llantas, que están en estrecho contacto con los discos de freno giratorios durante la conducción. Además, por si esto fuera poco, la grasa procedente de la dispersión del aceite de los sistemas de motor y transmisión del coche en la carretera también se deposita en las llantas.
Por tanto, una parte fundamental del mantenimiento de las ruedas del coche es la limpieza de los mismos. Esta debe realizarse con mucha más frecuencia de lo que se cree, ya que a menudo se presta más atención a la carrocería, el motor y al interior del coche que a los propios neumáticos.
Te recomendamos mojar el neumático inicialmente con agua jabonosa y luego frotarlo con un cepillo de cerdas medianamente duras. Es importante mantenerlo húmedo y mojado en el proceso de limpieza para evitar ralladuras a falta de lubricación. Aclara varias veces sobre las ranuras, donde se encuentra el polvo fino de las pastillas de freno. Tras el primer aclarado, repite la operación en las zonas aún sucias. Por último, aclara el neumático una última vez y seca con algún trapo limpio. Llegados a este punto, la rueda lucirá limpia.
¿Cómo limpiar las llantas del coche?
Comienza asegurándote de que las llantas estén bien frías, si están calientes, los productos que utilices para limpiarlas pueden secarse de forma prematura y no obtendrás el resultado que esperas. Y muy importante, aplicar el producto a utilizar inicialmente sobre una zona pequeña de la llanta, dejarlo actuar el tiempo indicado y aclararlo. De este modo, comprobarás si el resultado es bueno y evitarás dañar toda la pieza en caso de que el producto seleccionado no sea el indicado para el material de las llantas de tu coche. Dicho esto, aquí te indicamos los pasos a seguir para dejar tus llantas como recién salidas de fábrica:
Rocía el producto limpiador que vayas a utilizar sobre la llanta. No te olvides de los contornos y de repasar los bordes entre los huecos de la misma.
Espera el tiempo indicado por el fabricante del producto para obtener un buen resultado. Los tiempos de espera suelen situarse alrededor de los cinco minutos.
Retira el producto aclarando la llanta con abundante agua con la ayuda de una manguera o con una esponja y un cubo de agua limpia. Usando la esponja, acuérdate de ponerte guantes para proteger tus manos. Ayúdate de un cepillo suave para acceder a las zonas más pequeñas. Asegúrate de que no queda nada de producto en la rueda.
Seca la llanta con un trapo.
Si el resultado no ha quedado bien del todo, repite el proceso una segunda vez.
Mejores limpiadores de neumáticos
Un buen producto indicado para esta tarea es el abrillantador de llantas. Se trata de un producto especialmente formulado para limpiar las llantas y devolverles su color original. Consiste en un líquido con consistencia viscosa y ligeramente turbia, soluble en agua y tiene un pH neutro para no causar daño en el caucho del neumático.
Por otro lado, un limpiador de espuma para neumáticos elimina la suciedad negra que dejan los neumáticos y hace que vuelvan a brillar. A su vez, ayuda a evitar que los neumáticos envejezcan, se agrieten y se decoloren. Es inofensivo para los neumáticos de los automóviles. Entre sus características más notables podemos añadir:
- Un limpiador de espuma limpia, abrillanta y protege en un solo paso, solo rocía y aléjate.
- La espuma intensa se activa al contacto con la suciedad, desincrustando sin frotar.
- Además, restaura y realza el aspecto negro profundo del neumático.
