Cómo organizar los armarios de la cocina paso a paso
La organización y planificación estos días está siendo clave para tener acopio de alimentos y productos de higiene, limpieza y desinfección en casa. Siguiendo las recomendaciones de las autoridades de quedarnos el máximo tiempo posible en casa y salir a hacer la compra una vez a la semana, debemos planificar bien los productos que tenemos, los que vamos a necesitar y el espacio que tenemos para almacenarlos.
- Vacía todos los armarios de la cocina para ver qué tienes, qué te falta y qué necesitas.
- Aprovecha que has vaciado los armarios para limpiarlos por dentro.
- Una vez limpios, distribuye como vas a organizar los armarios y haz grupos por familias de productos, tanto de alimentos, como de menaje de cocina.
- Empieza a colocar las cosas de nuevo en los armarios.
- Elige la zona de bajo del fregadero para poner los productos de limpieza. Pon los más tóxicos al fondo. Disponlos por familias: limpiasuelos, desinfectantes, desengrasantes, lavavajillas, limpiadores de W.C., desatascadores… te pueden venir muy bien cajas contenedoras para almacenarlos. Además, también te permitirá ver la cantidad de productos que tienes y los que te hacen falta.
- Utiliza los cajones para organizar tus cubiertos y textiles de cocina.
- Usar el primer cajón para los cubiertos de uso diario.
- El segundo cajón para los diferentes utensilios de cocina.
- El tercer cajón para paños de cocina y guantes protectores de horno.
- El cuarto cajón para delantales y textiles de cocina que uses a diario.
- El último cajón para todo tipo de bayetas y trapos de limpieza. Los podemos ordenar por tipo de tejido y colores para cada superficie y estancia.
- Si disponemos de más cajoneras, podemos dejar un cajón para especiero, otro para guardar el pan y la tabla de cortarlo, otro para productos de repostería, otro para los manteles…
- Opta por los armarios bajos más cerca de la zona de fuegos para guardar las sartenes, cacerolas y fuentes de horno. Apílalas según tamaño de mayor a menor y deja en la parte menos honda las que uses a diario.
- Guarda los platos y los vasos de diario en uno de los armarios superiores. La mejor opción es dejar los platos en el estante de abajo y los vasos en el de arriba, ya que pesan menos.
- La vajilla que menos uses guárdala en alguno de los armarios más alejados de la zona de fuegos y limpieza. Esto incluye tazas y copas.
- Deja un armario de la parte más baja para guardar pequeños electrodomésticos como tostadora, cafetera… que suelas usar, pero no quieras dejar encima de la bancada de la cocina.
- Organiza la despensa, es el momento más complicado:
- Protege las baldas de las manchas con un material plástico antideslizante que se pueda limpiar con un trapo húmedo.
- Distribuye los alimentos bien: lo que más pesa en la parte más baja de la despensa: botellas y garrafas de agua, bricks de leche, latas de refrescos, … Y pon lo que más uses a la altura de la vista.
- Utiliza tarros, a poder ser de cristal, para almacenar pasta, arroz, legumbres, harinas… todo lo que vaya en paquetes. Así, evitarás paquetes abiertos que puedan derramar su contenido. Necesitarás 3 tamaños, grandes para pastas y arroz, medianos para harinas o azúcar y pequeños para frutos secos.
- Usa etiquetas para poner la fecha de caducidad en los tarros.
- Ten, de cada producto, un paquete abierto y otro por abrir. Cada vez que abras un paquete, sabes que debes reponerlo.
- Ordena de lo más nuevo a lo más viejo. Lo más antiguo delante y lo más nuevo detrás por orden de fecha de caducidad.
- Usa cajones o contenedores para almacenar por grupo de alimentos o por momentos de cocinado. Por ejemplo, podemos poner dentro de una caja todo lo que usemos para el desayuno, todas las legumbres, los botes de conservas, …
- Usa la parte de debajo de alguno de tus muebles para almacenar patatas, cebollas, ajos y todo lo que no deba de estar en la nevera. Ponlos separados por cajas o contenedores.