Cada material requiere su limpieza específica y, en el caso de los zapatos de cuero en concreto, si utilizamos un producto no adecuado el calzado se puede estropear y, también, al contrario, si lo cuidamos con el tratamiento más idóneo alargaremos su vida útil.
5 pasos para limpiar calzado de cuero:
- Limpiar y guardar después de cada uso para no encontrarnos sorpresas cuando queramos volver a utilizarlos. En el caso del cuero es mejor guardarlos en una caja o espacio con ventilación.
- Retirar restos de suciedad con un cepillo suave, un trapo humedecido o una esponja.
- Aplicar betún del color correspondiente o una crema incolora, según nuestras preferencias.
- Secar a la sombra. Una vez seco, cepillar para darle brillo, mejor emplear un cepillo especial para calzado y diferente según el color para evitar la trasferencia de color entre diferentes pares.
- Y para un acabado 10, límpialos con un trapo seco suave ¡extra de brillo!
Para las manchas más complicadas puedes utilizar otros productos habituales en casa y que resultan muy efectivos.
- Talco, para las manchas de grasa o aceite.
- Un paño con unas gotas de amoniaco, para las manchas de café o tomate.
- Goma de borrar, para eliminar la tinta.
En todos estos casos recuerda aplicar el remedio por todo el zapato y así evitar que queden ronchas de diferente color.
Estos pasos funcionan para limpiar la parte externa del calzado pero si queremos mantener en el mejor estado posible nuestros zapatos, conviene mantenerlos también libres de suciedad y de malos olores por el interior.
Sigue estos 3 pasos para la limpieza interior del calzado:
- Humedece una bayeta con un poco de agua y unas gotas de amoniaco y pásala por todo el interior.
- Utiliza bicarbonato para eliminar los malos olores. Echa un par de cucharadas en el interior y agita el zapato para que se impregne bien. Retira el exceso de producto.
- Si el olor persiste, puedes combatirlo con polvos específicos para los pies.