Aunque todos mantenemos nuestro hogar lo más limpio posible, siempre existen algunos rincones difíciles que nos cuesta más limpiar o que, al no estar a vistas, se nos olvidan a lo largo de nuestra rutina de limpieza diaria o semanal. Pese a esto, es importante limpiar rincones difíciles cada cierto tiempo para evitar la proliferación de bacterias y hongos que, a largo plazo, pueden perjudicar nuestra salud y la de nuestros seres queridos o mascotas. A continuación, te descubrimos algunos rincones de la casa que pasan desapercibidos a la hora de la limpieza y cómo desinfectarlos adecuadamente.
Rincones difíciles de limpiar
En toda vivienda existen ciertos recovecos en los que se acumula el polvo y la suciedad, pero que no limpiamos habitualmente porque están escondidos, porque llegar a ellos es muy difícil o bien, porque son muy complicados de limpiar, ¡toma nota de ellos!
Rejillas
En nuestros hogares pueden existir múltiples objetos que contengan rejillas, como el aire acondicionado, los radiadores , los ventiladores o los purificadores de aire, entre otros. En estos casos, limpiar estos utensilios de forma adecuada es muy importante porque de ellos salen corrientes de aire que pueden esparcir por el aire ácaros y otras bacterias dañinas para nuestro organismo.
- Cómo limpiarlos: aunque cada aparato es distinto, una forma rápida de limpiar estos rincones difíciles es:
- Si las rejillas lo permiten, pasa un plumero mágico o un plumero microfibra para eliminar el polvo superficial.
- Más tarde, humedece un trapo o bayeta de microfibra con agua y un jabón espumoso como, por ejemplo, el jabón lavavajillas.
- Envuelve con el trapo humedecido un cuchillo o una herramienta similar para poder acceder a las rejillas y límpialas.
- Repite el proceso las veces que sean necesarias hasta acabar con la suciedad acumulada.
Bajos de la cama y el sofá
Aunque posiblemente se traten de los muebles más utilizados de nuestra casa, ya sea porque se trata de objetos muy pesados como para levantarlos de forma habitual, porque son de difícil acceso, o bien, porque no están visibles, los bajos de la cama y el sofá son un rincón bastante olvidado a la hora de realizar la limpieza de nuestro hogar.
- Cómo limpiarlos: si todavía no dispones de un robot aspirador que se encargue de acceder a estos recovecos más inaccesibles o no puedes o levantar estos objetos tan pesados, una forma rápida de limpiar estos rincones difíciles es hacerte con un set mopa microfibra con palo extensible y enfundarlo con una gamuza atrapapolvo para eliminar el polvo más superficial. Una vez eliminado, vuelve a utilizar esta mopa articulada, envuélvela con una bayeta humedecida con agua y friegasuelos, y pásala por debajo de estos muebles para realizar una limpieza completa.
Marcos de ventanas y puertas corredizas
Aunque ya conocemos cómo limpiar de forma eficaz las ventanas, los marcos que las envuelven, posiblemente se traten de uno de los rincones más difíciles de limpiar porque están llenos de recovecos. Y es que, aunque les pasamos un trapo siempre acaba quedando suciedad o polvo acumulado. Toma nota de cómo limpiar estos rincones difíciles:
- Hazte con una aspiradora y con el cartón del rollo de papel higiénico.
- Coloca un extremo del cartón en la boquilla de la aspiradora y dale la forma necesaria al otro lado del cartón para que se amolde al marco y aspira la suciedad de forma habitual.
- Si quieres acabar con toda suciedad, hazte con una esponja y realiza unos cortes a lo largo de su superficie que coincidan con las ranuras del marco.
- Moja la esponja con el producto que utilices habitualmente para limpiar el material con el que esté fabricada la puerta i ventana y deslízala a lo largo de los recovecos para limpiarlos de forma eficaz.
- Repite este proceso las veces que sean necesarias.
Esquinas
Las esquinas suelen ser difíciles de limpiar debido a su inaccesibilidad, ya que, aunque limpiemos la casa correctamente, la suciedad termina por acumularse en estos rincones.
- Esquinas de la ducha: estos recovecos siempre acaban por llenarse de óxido, humedad, cal y moho con el paso del tiempo. Es por esto que, para limpiarlas adecuadamente, es necesario rociar estas esquinas con un limpiador multiusos para cal y suciedad, antes de que esta se acumule en la superficie y sea más difícil de eliminar. En estos casos, puedes ayudarte de un cepillo de dientes para acceder mejor a los recovecos. Además, si no dispones de un limpiador específico, puedes hacer una pasta casera con zumo de limón y bicarbonato, que funciona muy bien en estos casos.
- Esquinas en el suelo: aunque freguemos el suelo muchas veces, las esquinas o juntas siempre acaban con restos de suciedad y humedad. Un truco para eliminarla es hacerte con una rasqueta de vitrocerámica (que no ralle) y desincrustar esta suciedad, o bien, utilizar un cepillo de dientes para frotar estos rincones de más difícil acceso … ¡Y las juntas de los azulejos!
El techo
A la hora de realizar la limpieza de nuestro hogar, solemos centrarnos más en el suelo porque es lo que más se ve a simple vista y casi nunca solemos acordarnos de limpiar el techo o las molduras. Aunque esta parte de nuestra casa no suele ensuciarse, si termina por acumularse de polvo, por lo que, te recomendamos limpiarla una vez al mes.
- Cómo limpiarlo: desliza por el techo una escoba limpia y envuelta con una gamuza atrapapolvo para limpiar los ácaros acumulados. Además, si quieres realizar una mayor limpieza, humedece un paño con agua y jabón, envuélvelo en el extremo de la escoba y deslízalo a lo largo el techo.
- *Truco: si tu techo es de color blanco y tiene alguna mancha amarilla, provocada por la luz solar o artificial, puedes frotarlo con un borrador mágico para devolverle su color original.
Si te interesa descubrir cómo limpiar tu casa en profundidad paso a paso, aquí te contamos como hacerlo.
