Probablemente los mandos a distancia que hay en las casas, actualmente, sean los artículos que más tocamos ya que cambiamos de canal muy asiduamente, subimos y bajamos el volumen, encendemos y apagamos. Además, ya no disponemos únicamente de un mando a distancia en casa, si no que tenemos diferentes aparatos eléctricos que también funcionan con mando a distancia.
El mando a distancia es un magnifico receptor de polvo, pero también de suciedad, grasa y gérmenes, ya que lo toqueteamos muchas veces a lo largo del día. Esa suciedad se va acumulando en las teclas, pero también en los alrededores de las teclas, creando una película de suciedad que acaba dentro del teclado acortando su vida útil y haciendo que el mando funcione mal o se estropee.
Cómo limpiar un mando a distancia paso a paso
Lo primero que debemos hacer antes de empezar a limpiar el mando es quitar las pilas para evitar dañarlas o que algún líquido interfiera en ellas.
A continuación, cogeremos una bayeta con agua limpia, y evitaremos usar ningún producto abrasivo y frotaremos la carcasa del mando bien.
Luego, enjuagaremos la bayeta y repetiremos la operación haciendo más hincapié en las zonas más sucias. En este paso, podemos sustituir la bayeta por bastoncillos de algodón.
Para los botones, podemos usar también un bastoncillo de algodón mojado en alcohol e ir pasando botón por botón hasta eliminar toda la suciedad que hay alrededor.
Si nos hubiera caído comida o grasa sobre el mando, cosa bastante fácil, limpiaremos la carcasa con una bayeta humedecida en agua con amoniaco, pero evitaremos que el amoniaco entre en contacto con el mecanismo del mando. Como alternativa también podemos utilizar alcohol que al evaporarse garantiza que la placa no se oxide.
Además, de vez en cuando hay que hacer un mantenimiento más completo a los mandos. Para lo que deberemos desatornillar ambas partes del mando y abrirlo y limpiar bien el interior con una bayeta seca