Las teteras son elementos básicos en muchos hogares, ya que proporcionan esa taza reconfortante de té que nos ayuda a relajarnos, sentirnos mejor y disfrutar de momentos especiales. Sin embargo, con el tiempo y el uso pueden acumular residuos, manchas y olores desagradables. En este artículo, te ofrecemos una guía paso a paso para saber cómo limpiar tu tetera y mantenerla en perfecto estado.
Antes de comenzar, asegúrate de tener a mano los siguientes utensilios:
- Vinagre blanco
- Bicarbonato de sodio
- Agua
- Cepillo de cerdas suaves
- Esponja suave
- Palillo
- Limón (opcional para eliminar malos olores)
Desmonta la tetera: si tu tetera tiene piezas desmontables, como filtro, tapa o boquilla, desmóntalas para facilitar la limpieza.
Lava las piezas desmontables: sumérgelas en agua tibia con un poco de detergente suave. Utiliza un cepillo de cerdas suaves para eliminar cualquier residuo o mancha. Enjuaga bien y deja secar completamente.
Elimina los depósitos de minerales: si tu tetera presenta manchas de minerales, llena la tetera con una mezcla de vinagre blanco y agua en partes iguales. Deja reposar durante al menos 30 minutos o toda la noche para eliminar las incrustaciones. Después, enjuaga bien con agua.
Limpia el interior de la tetera: prepara una pasta con bicarbonato de sodio y agua. Aplica la pasta en el interior de la tetera y frota con una esponja suave. El bicarbonato de sodio es excelente para eliminar manchas y olores. Enjuaga con abundante agua.
Elimina los residuos difíciles: si encuentras residuos difíciles de eliminar, utiliza un palillo de dientes o un cepillo pequeño para llegar a esas áreas difíciles de alcanzar.
Opciones naturales para desodorizar: si tu tetera tiene un olor persistente, corta un limón en rodajas y hiérvelo en agua dentro de la tetera. El limón ayudará a eliminar malos olores y dejará un aroma fresco.
Secado y montaje: asegúrate de que todas las partes estén completamente secas antes de volver a montar la tetera. Puedes dejar las piezas al aire o secarlas con un paño limpio.
Mantenimiento regular: para evitar la acumulación de residuos, enjuaga después de cada uso y sécala bien. Realiza una limpieza más profunda con vinagre y bicarbonato de sodio al menos una vez al mes.
¿Cómo limpiar una tetera eléctrica?
- Desconexión y enfriamiento: antes de comenzar cualquier limpieza, asegúrate de que el hervidor eléctrico esté desconectado y completamente frío. Esto garantizará tu seguridad durante el proceso de limpieza.
- Vacía el hervidor: vierte cualquier agua residual que pueda estar en el hervidor y desecha cualquier filtro de sedimentos si tu hervidor lo tiene.
- Limpiar el exterior: utiliza un paño húmedo con una solución suave de detergente para limpiar el exterior del hervidor, eliminando manchas o residuos visibles.
- Desincrustación con vinagre: llena el hervidor con una mezcla de vinagre blanco y agua en partes iguales. Deja reposar durante al menos una hora o durante la noche para desincrustar los depósitos minerales. Luego, hierve y deja que repose durante unos 15-20 minutos.
- Cepillado de la resistencia: si tu hervidor tiene una resistencia eléctrica visible, usa un cepillo de dientes viejo o un cepillo de cerdas suaves para limpiarla
- Aclarado con agua: vierte la solución de vinagre y agua y enjuaga bien el hervidor con agua fresca. Asegúrate de que no quede ningún residuo de vinagre.
- Limpiar el interior con bicarbonato de sodio: prepara una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Aplica la pasta en el interior del hervidor y frota con un cepillo suave. Ayudará a eliminar cualquier residuo.
- Enjuague final: llena el hervidor con agua limpia y hiérvela. Desecha el agua y repite este proceso hasta que no quede olor a vinagre ni bicarbonato de sodio.
- Secado y almacenamiento: deja que el hervidor se seque completamente antes de almacenarlo. Evita cerrar la tapa mientras el interior aún esté húmedo para prevenir la formación de moho.
- Mantenimiento regular: para prevenir la acumulación de minerales, realiza este proceso de limpieza y descalcificación al menos una vez al mes, o con mayor frecuencia si vives en áreas con agua dura.
