La escoba sigue siendo uno de los mejores utensilios para limpiar la casa a diario, a pesar de que el aspirador le ha ganado algo de terreno. Además de ser muy rápido de utilizar, sirve para limpiar distintos tipos de suciedad: retirar restos grandes, eliminar el polvo, deshacerse de las pelusas...
Para una buena higiene de tu casa, tu escoba debe estar limpia, si no, lo único que consigues es mover la suciedad.
Cómo limpiar la escoba con cada uso
Resulta fundamental quitarle los restos a la escoba después de cada uso. Pelos, pelusas, migas... si no quitamos todo esto, la suciedad se acumulará en la escoba y la próxima vez que la usemos, en lugar de limpiar, repartirá estos restos por toda la casa.
Existen varias formas:
- Con la mano: es la forma más empleada, el quitar los pelos y pelusas directamente con las manos. Para hacerlo, podemos utilizar guantes, aunque no es necesario.
- Cepillar las cerdas: utiliza un peine de púas anchas para limpiar la escoba. Con este peine, dedicado exclusivamente a esto, puedes peinar las cerdas y conseguirás retirar todos los pelos y pelusas que queden atrapados. Hay algunas escobas y recogedores que incluyen algún tipo de peine para este fin.
- Sacudir la escoba contra el suelo: pon un papel de periódico para recoger los restos fácilmente. La única pega de este método de limpieza es que solo elimina el polvo de la escoba, con lo que tendrás que quitar los pelos y la pelusa con la mano.
Cómo limpiar la escoba a fondo
- Llena un cubo o un barreño con agua templada y un chorrito de lavavajillas de lavar los platos. Si ves que la escoba está muy sucia, puedes añadir lejía o amoniaco al agua del lavado. También se puede utilizar vinagre, que es un producto natural con propiedades desinfectantes.
- Desenrosca el cepillo del palo y sumérgelo en el agua que has preparado durante una media hora.
- Mientras, limpia el palo con un desinfectante y un paño.
- Ponte unos guantes y con el cepillo sumergido en el agua, frota las cerdas para retirar la suciedad.
- Después, saca el cepillo del agua y vuelve a sumergirlo en un cubo o barreño con agua limpia y frota las cerdas para terminar de aclarar el posible jabón que pueda quedar en la escoba.
- Por último, escurre la escoba y deja que se seque al aire libre. Primero, colócala hacia abajo, es decir, apoyada en el suelo, y después de unos minutos, colócala hacia arriba apoyando el palo en el suelo para evitar que las cerdas del cepillo acaben deformadas.
Es aconsejable realizar este proceso de limpieza y desinfección de la escoba una vez a la semana.
Cómo limpiar escobas de goma
Este tipo de escobas son especialmente útiles para desincrustar la suciedad del suelo, barrer el garaje, limpiar líquidos derramados, el jardín, zonas donde se acumula arena, grava o barro, entre otras. Limpiar una escoba de goma es rápido y sencillo con estos pasos:
- Moja el cepillo en un cubo con agua templada o, si es posible, directamente con ayuda de una manguera y agua a presión.
- Si tu escoba está muy sucia, aplica en ella jabón neutro, eliminando la suciedad con un estropajo suave o una bayeta.
- Vuelve a mojar para retirar el jabón.
- Elimina el exceso de agua con un paño seco y deja que el cepillo de goma se termine de secar al aire libre, pero protegido del sol.
- Si necesitas higienizar más a fondo la escoba, puedes usar lejía, amoníaco o vinagre de limpieza o de manzana.