Con la llegada del invierno, una de las prendas más utilizadas son los abrigos y las chaquetas. Descubre cómo limpiar tus abrigos para que te duren durante más temporadas.
Cómo limpiar un abrigo usando la lavadora
Los abrigos están fabricados con materiales específicos que pueden resultar difíciles de lavar. Muchas veces recurrimos a la tintorería, pero con estos consejos podrás lavar la mayoría de tus abrigos en casa.
- Prepara tu abrigo para lavarlo. Revisa los bolsillos y vacíalos.
- Lee la etiqueta de la prenda y ten en cuenta los símbolos de lavado. Asegúrate que puedes lavar tu abrigo en la lavadora.
- Pasa un cepillo sobre la superficie del abrigo para eliminar partículas acumuladas.
- Selecciona el programa más adecuado. Por lo general, los abrigos de paño y tejidos similares se lavan como máximo a 30 – 40 grados.
- Si tu lavadora es muy actual, encontrarás programas específicos para lavar abrigos de plumas, de lana o sintéticos.
- Elige el detergente más adecuado teniendo en cuenta el tejido de tu abrigo.
- Evita el uso de suavizantes para el lavado de abrigos y chaquetas.
- Si tu abrigo es de plumas, mete en la lavadora pelotas de tenis. Golpearán el abrigo y las plumas se moverán, evitando que la prenda se apelmace.
- Si tu abrigo es de lana, lávalo con otras prendas más pesadas para que se equilibre el peso dentro de la lavadora.
Cómo limpiar un abrigo a mano
Si tu abrigo no se puede lavar en la lavadora, siempre podrás hacerlo a mano. Sigue estos pasos:
- Comprueba si tiene manchas. Si es así, tendrás que limpiarlas con un producto específico quitamanchas según el tipo de tejido.
- Puedes limpiar tu abrigo llenando un recipiente con agua tibia e incluyendo el detergente específico para su lavado. Introduce a remojo el abrigo y frota suavemente su interior. Repite la acción de introducir y sacar el abrigo varias veces. Vacía el agua del recipiente y llénalo de nuevo, esta vez sin detergente para ir eliminando su resto. Escúrrelo suavemente.
- Si prefieres limpiar tu abrigo en seco, aplica una mezcla de agua y amoníaco y frota con un cepillo. Límpialo de manera uniforme extendiendo el abrigo sobre una superficie plana. Repite la acción, especialmente en zonas donde más suciedad se acumula como puños y cuello.
Revisa la etiqueta y comprueba si puedes usar la secadora con tu prenda, así acelerarás el proceso de secado.
Sea como sea tu abrigo, lo dejarás perfecto.