Las manchas de lejía no son en realidad manchas, sino decoloraciones sobre el tejido, por lo que son uno de los problemas más graves que podemos tener con nuestras prendas y que, incluso, las haga inutilizables. Nos obstante, la lejía es uno de los principales desinfectantes del hogar y uno de los más utilizados a diario. Sigue estos consejos para seguir cuidando de tu casa sin estropear ninguna prenda más.
- Prevenir: Siempre que se vaya a tener contacto con la lejía, debemos procurar llevar ropa que no nos importe estropear.
- Actuar con rapidez: En caso de que salpique un poco lejía pero todavía no haya mancha, debemos actuar con rapidez echando sobre la salpicadura agua de colonia o alcohol para neutralizar el efecto decolorante, o si no tenemos a mano, lavar con agua abundante.
Mancha sobre prenda oscura
Si la lejía ya ha decolorado la ropa o el calzado y se trata de una prenda de color oscuro, generalmente quedarán unas manchas rosas o marrones, tienes algunas opciones para aprovechar la prenda.
- Teñir: Utiliza un tinte específico para ropa y sigue al pie de la letra las instrucciones del fabricante, así conseguirás tu objetivo y no sólo repararás tu prenda, sino que parecerá totalmente nueva. Busca un color lo más similar posible al original o tíñela completamente con otro color, preferiblemente más oscuro.
- Customizar: Si te gusta la costura o las manualidades, puedes probar a tapar la mancha dibujando o cosiendo sobre ella, o colocando un ‘parche’ tipo patchwork. Otra opción, sobre todo en el caso de la ropa vaquera, es aprovechar para desgastarla en las zonas manchadas dándole una apariencia ‘vintage’. También puedes aprovechar la prenda para hacer tu propio estampado tie dye, tiñéndolo anudando previamente el tejido. Se forman siluetas de inspiración hippie, muy en tendencia esta temporada.
Mancha amarillenta sobre ropa blanca
Cuando has usado en exceso la lejía o por el propio deterioro de la ropa aparecen en las prendas blancas unas molestas manchas amarillas, tienes varias opciones para recuperar la prenda.
- Blanqueador: Utiliza un buen blanqueador y ten paciencia. Sigue las instrucciones del fabricante y si no obtienes buenos resultados en el primer intento, repite los pasos desde el principio.
- Bicarbonato: Aplica el bicarbonato de sodio directamente sobre la mancha a tratar y, con ayuda de un cepillo suave, extiéndelo sobre la mancha. Deja que actúe, al menos, durante 20 minutos y después lava con el programa adecuado a la prenda en la lavadora.
- Vinagre: También puedes utilizar unas gotas de agua oxigenada y añadir un chorrito de vinagre. Trata la mancha directamente con la mezcla.