Las mesas de centro, las que tenemos siempre más cerca, pueden ser prácticas sin dejar de ser bonitas. Anímate a decorarla para que esté en armonía con el entorno (el color del sofá, los cojines, las cortinas...) para crear un ambiente agradable en tu hogar. Hay tantas opciones como casas, pero hay algunas ideas básicas con las que puedes guiarte:
- Sigue la forma
Los elementos principales de la decoración tendrán que ir acorde a la forma de la mesa para que el resultado sea un éxito. Si la mesa es redonda quedarán muy bien los elementos curvos como bolas, jarrones o velas con esta misma terminación. Para las mesas cuadradas o rectangulares se recomienda alternar con objetos más marcados como cajas de regalo o cubos que sigan las líneas de la mesa.
- Reparte el peso visual
Ten en cuenta el tamaño de la mesa y reparte los elementos para que no todo quede en un extremo. El conjunto será más estético si tienes en cuenta la visión general de la mesa en el conjunto de la estancia.
- Juega con las alturas
Combina arbolitos o flores más altas con cuencos, bandejas, cestos o joyeros que tengan menor altura pero que mantengan los mismos tonos o que, al contrario, contrasten totalmente. Prueba distintas opciones, la composición menos esperada puede ser la triunfadora.
- Agrupa y vencerás
Los mandos a distancia, las llaves o incluso la tablet son objetos que tenemos siempre por la zona de la mesa de centro: agrúpalos en una caja antigua y consigue siempre tenerlos recogidos y ordenados. Haz lo mismo con los libros o revistas que suelen estar también en este espacio.
Si todo falla o no te convence, unas flores, una bandeja, un jarrón, unas velas y una pila de libros (no más de 3 por pila) son el kit básico para crear una composición con estilo. Todos los elementos, aunque sean muy sencillos, deben estar bien pensados y combinar entre ellos.
Cómo hacer un centro de mesa navideño
Cuando llega la Navidad lo más tradicional es elaborar los centros de mesa a partir de velas, e materiales que podemos encontrar en la decoración del árbol o elementos naturales propios de la época: musgo, muérdago o acebo, piñas o frutos secos, entre otros.
- Lo ideal es que sea un centro con soporte (bandeja, pie, cesta…) para que sea sencillo de poner y quitar. Esto es más importante aún en estas fechas en que la mesa es el centro de operaciones de todos y la necesitamos ‘libre’ para diversos usos.
Las estéticas que mejor encajan con el tema navideño:
- Blanco: siempre asociamos la Navidad con la nieve. Si utilizamos elementos blancos, o adornados con sprays de nieve y los combinamos con otros en tonos dorados o plateados el resultado tiene todas las posibilidades de ser un éxito.
- Clásico: predominan el verde y el rojo, los colores clásicos de la Navidad. Según la tradición, los primeros abetos se solían decorar con manzanas (bolas) y con piñas. Prueba a alternar estos elementos con la flor de Pascua y algún adorno en dorado.
- Natural: utiliza elementos de la naturaleza, musgo, piñas, acebo; tejidos naturales como el yute o la rafia y alimentos conformas singulares como los frutos secos, la canela en rama o el anís estrellado. Ponle imaginación.
- Juntos es mejor: involucra al resto de la familia en la decoración. Los peques disfrutarán aportando su granito de arena. Podéis preparar galletas con forma de estrella o alusivas a la Navidad, aprovechar parte de la decoración o customizar servilletas con motivos.
