En la limpieza pasa como con los maestrillos, que cada uno tiene su librillo; es decir, el tiempo lo va a marcar el uso, la exposición a la suciedad y lo limpio que cada uno sea.
El sentido común y la suciedad serán los mejores indicadores de que ha llegado la hora de ponerte manos a la obra.
Limpiar cortinas, sillones, sofás o almohadones
La limpieza de las ventanas debes ser semanal si quieres mantener a raya uno de los elementos más visuales de la casa; una frecuencia que no tiene nada que ver con las cortinas. En este caso, prueba a lavarlas cada dos meses, dependiendo siempre del tejido, ya que unos se ensucian más que otros.
Tres meses para las cortinas que se pueden lavar en casa con tu detergente y suavizante habitual, mientras que podrás alargar la cosa a seis si hay que recurrir a la lavandería.
O también puedes utilizar productos específicos, detergente en polvo para cortinas y visillos.
Limpiar las fundas de almohadones o la limpieza más rutinaria.
En este caso hay que tener en cuenta que las sábanas se deben cambiar una vez a la semana y con ellas las fundas de las almohadas. Un plazo que podemos alargar hasta una vez al mes si se trata de los almohadones o fundas decorativas, que podrás lavar con detergentes especiales para el cuidado de la ropa.
Lo reduciremos a quince en el caso de que tus almohadones tengan mucho uso, independientemente de si están en la cama o en el sofá
Como ves, limpiar cortinas o almohadones es una tarea que no tiene por qué ser complicada.